Cambio Climático: Reflexiones y Recomendaciones.

Por Iván Salcedo.

El calentamiento global tiene una atribución humana que, por más ligera que sea, termina comprometiendo al hombre ética y moralmente. Este compromiso moral lo obliga a radicar acciones para hacer más eficiente su accionar en la tierra con la finalidad de garantizarles a aquellas generaciones humanas de los siglos XXII y XXII un equilibrio climatológico lo suficientemente sostenible para su bienestar.

Sería un grave error de los gobiernos del mundo no aportar ninguna solución para evitar los efectos que se predice podría tener el calentamiento global en las próximas décadas, pues no sólo estarían en juego las economías mundiales, sino que también lo estarían las vidas de cientos y quizás miles de millones de personas.

Definitivamente no es tiempo de dudar. No se puede poner en riesgo a la humanidad por la simple posibilidad de que si no sucede nada, el mundo habría gastado cientos de miles de millones para nada. No es factible, pues si se radican las mismas acciones y bajo el gasto que implica y el cambio climático tal y como se predice sí sucede, entonces se habría tomado la decisión correcta y por ende la humanidad estaría a salvo por tiempo indeterminado.

Tal vez no suceda nada, pero aunque suceda la humanidad debe responder con todos los medios que tenga en disponibilidad. El cambio climático es una realidad que amenaza a la humanidad independientemente del grado de responsabilidad que se le atribuye a esta y cuyos efectos podrían ser mitigados con un esfuerzo internacional conjunto.

Un esfuerzo internacional debe incluir obligatoriamente a China, Estados Unidos y la Unión Europea ya que estos son responsables de más del 45% de las emisiones de CO2 global. En estos países se deberían implementar con más intensidad las soluciones que han propuestos los expertos en el tema.

En Estados Unidos podría establecerse el impuesto del carbón, propuesta promovida principalmente por su antiguo vicepresidente Albert Gore. En términos tributarios la nación estadounidense es pudiente a pagar este impuesto en función de regularse. Por otra parte y como lo ha establecido el gobierno federal, se debe incrementar la eficiencia de los motores de automóviles con la finalidad de aumentar la eficiencia del gasto de combustibles fósiles contaminantes.

En los Estados Unidos podría también establecerse excepciones de impuestos a aquellas corporaciones que inviertan en fuentes de energía renovables y alternativas. Así mismo podría establecerse en los países que integran la Unión Europea.

En China podría prohibirse de manera definitiva la instalación de plantas de carbón y podría fijarse un plan para desmantelar al menos el 50% de las que persisten en la actualidad en 15 o 20 años. Por otro lado sería factible que se construyesen maquinas con eficiencia energética más alta y el desarrollo de la energía nuclear para años consecuentes.
El mundo debería de consagrar un plan de beneficio comercial para países como Brasil por la importancia para el globo de sus zonas boscosas. Los países desarrollados le deberian de brindar un privilegio aduanal de carácter abierto-unilateral para evitar la explotación de zonas boscosas amazónicas. También podría ofrecérsele anualmente montos considerables como parte de un «Plan de Conservación de la Selva Amazónica».