Por Freddy Báez.
El aumento desenfrenado de los precios de los combustibles fósiles y las advertencias de una posible crisis ambiental de escala global, están ocasionando que surjan nuevas opciones para transporte y para producción de energía. Entre estas se han desarrollado los vehículos “híbridos”.
Se han llamado “híbridos” a los automóviles que utilizan un motor eléctrico y baterías, y un motor térmico para realizar su trabajo. Éstos son fabricados en diferentes configuraciones:
- Paralelos: tanto la parte eléctrica como la térmica pueden hacer girar las ruedas.
- En serie: solo la parte eléctrica da tracción, el motor térmico se utiliza para generar electricidad.
También pueden ser:
- Regulares: se recargan por el funcionamiento normal del sistema.
- Enchufables: también se recargan conectándose a la red eléctrica.
En el sistema genérico, la parte eléctrica, por medio de las baterías, se encarga de proporcionar la energía en las marchas bajas o en las paradas. En el momento que se requiere de marchas altas o más potencia el motor de combustión interna entra en acción trabajando en conjunto con la sección eléctrica. La energía de sobra y la producida al frenar el vehículo se utiliza para cargar las baterías. Este funcionamiento aumenta la eficiencia del consumo de combustible, a la vez que disminuye las emisiones y el gasto económico.